La adopción de niños en Cataluña es uno de los sectores que, como otros muchos, ha visto afectada su actividad por la pandemia. El golpe más fuerte se lo han llevado las adopciones internacionales, sobre todo por el hecho de implicar a dos países, con una caída de las solicitudes de más del 37% respecto a 2019. Según datos del Institut Català de l’Acolliment y de la Adopción (ICAA), en 2019 se registraron 236 peticiones, mientras que en 2020 fueron 148. No ha ocurrido lo mismo con las adopciones nacionales, sin embargo, que sólo han tenido 17 solicitudes menos que en 2019 (de 372 a 355). «A pesar de la pandemia, los trámites en Cataluña se han seguido haciendo con normalidad», asegura en declaraciones a la ACN la directora del ICAA, Agnès Russiñol.
Russiñol ha señalado que el bajón en las adopciones internacionales es «sin duda» por el efecto de la pandemia. El principal motivo, según la directora del ICAA, es que las familias han sido «muy conscientes» de las «implicaciones» que tiene poner en marcha un proceso internacional a largo plazo como este en medio de una crisis global. A esto hay que añadir los costes económicos que tiene el proceso, que Russiñol apunta a que en algunas decisiones pueden haber sido determinantes en un contexto de crisis económica.
También es necesario tener en cuenta la tendencia a la baja a nivel mundial que en los últimos años ya se ha visto en este tipo de adopciones. Concretamente, en 2015 se recibieron 378 solicitudes, que se rebajaron a 320 en 2016, a 269 en 2017 y 266 en 2018. Con todo, la caída de 2020 ha sido la más marcada de los últimos cinco años y también la que ha alcanzado niveles más bajos.
Afectaciones en el proceso
Más allá de la interpretación de los efectos de la pandemia en el número de solicitudes o asignaciones, el proceso de adopción se ha visto claramente afectado por el coronavirus y las restricciones que se han derivado. Russiñol subraya que tuvieron que reinventar algunos de los trámites, como las entrevistas con la familia o las formaciones. El ICAA apostó por un formato híbrido: todos los encuentros que por su naturaleza o temática pudieran ser virtuales, pasaron a realizarse telemáticamente. Otros, como la visita al domicilio o encuentros de carácter más emocional, se mantuvieron presencialmente pero con todas las medidas sanitarias.
Pero la adaptación no fue tan fácil en otras fases del proceso adoptivo. Russiñol remarca que en algunos casos familias a las que ya se había asignado un niño y que ya habían sido declarados sus padres adoptivos en una sentencia se encontraron que no podían viajar al país de origen a buscar al hijo por las restricciones en la movilidad y cierre de aeropuertos. Es el caso de 17 familias a las que se les había asignado un niño antes del 13 de marzo pero que no pudieron ir a buscarlo. De estas 17, 15 finalmente ya han podido viajar y sólo quedan dos pendientes, ambas esperando ir a China.
En relación a las asignaciones desde marzo, el ICAA detalla que se han hecho 46 nuevas, y 27 de éstas ya han podido realizar el viaje. Aunque quedan 19 pendientes, puede que sea por los plazos que los países de origen tienen establecidos en su reglamento de adopciones y no por las dificultades derivadas de la pandemia.
