Todavía hay unos setenta niños, de entre cero y seis años, esperando ser acogidos
Crece el número de familias de acogida, un 26% en los tres últimos años. Pero hacen falta más, porque se calcula que hay unos setenta niños, de entre cero y seis años, esperando ser acogidos.
Crecer en un entorno familiar les ayuda a suplir carencias emocionales.
Los padres biológicos no están en condiciones de hacerse cargo, y si estos niños se pueden criar en un entorno familiar, esto les suple muchas carencias emocionales.
Tanto a Raquel como a Marcos nunca les hizo dudar de que la acogida, a diferencia de la adopción, sea sólo por un tiempo, porque en cualquier momento el niño puede ser devuelto a los padres biológicos.
Toda la familia les advirtió de la carga que suponía acoger a un niño de 2 años, con muchísimos problemas de salud, aunque ella fuera enfermera. Raquel explica cómo evolucionó el pequeño:
«Era como un minihospital, su habitación, no había juguetes… Ha sido super difícil y hay días que dices “¿qué he hecho?”. Porque es complicado. Pero cuando lo ves ahora y vas al hospital y te dicen «¿Es el niño de la UCI?». «Sí, sí, es el mismo». Y te dicen. «¡Está vivo!». Te lo dicen llorando, no puedo creerlo!! Pues sí es el mismo… Sólo con esto..»
Tanto para la familia de acogida como para los niños la experiencia compensa:
«Compensa mucho la evolución del niño y la felicidad del niño. Compensa aunque después vuelva con la familia biológica. Toda la evolución que ha hecho el niño y la felicidad que tiene compensa mucho. No es un número en un centro de acogida. Aquí hay una atención individualizada, él se siente único, cuidado por un papá y una mamá. Como que tú eres un rayo de luz que les das».
Se necesitan más familias de acogida
Casi un millar de niños viven en familias de acogida en Cataluña. Pero hacen falta más, para tratar de vaciar los centros de acogida.
Georgina Oliva, secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud, explica que la atención personalizada es muy importante para la recuperación emocional de los niños.
«Este entorno familiar, ese cuidado, ese aprecio, esta atención personalizada ayuda muchísimo a la recuperación emocional y psicológica. A poder superar los traumas que has vivido y poder encarar, con unas habilidades emocionales y psicológicas, el futuro que les espera.»
Raquel explica cómo cambian los niños de estar en el centro de acogida a estar con familias que les dan cariño:
«Necesitan muy poco para estar bien. Aunque tengan una mochila muy grande, porque el tema de la culpa, resentimiento, abandono… Pero en el momento en que sienten que alguien está por él individualmente, su autoestima… Yo lo he visto en el centro de acogida, niños que se iban de acogida y los veías al cabo de unos meses, una diferencia espectacular. Dejaban de tener pesadillas, comían mejor. Son pequeñas cosas, pero es que la parte emocional es muy importante.»
Las personas o familias que estén interesadas en realizar una acogida deben dirigirse al Instituto Catalán del Acogimiento y de la Adopción.
Original:
ccma.cat
RedaccióActualitzat
